¿Pedir perdón? ¿Perdonar?

El Perdón, sustantivo masculino, solo una palabra de dos sílabas y tan difícil de pronunciar y ejercer. La necesitamos para liberarnos de heridas y ofensas que perduran en nuestra sociedad, en nuestras familias, en y con nosotros mismos. 

La guerra de Ucrania, ya nos retrotrajo a los imperialismos de invasión que creíamos pasados de moda. Paralelamente, hoy estamos viviendo otra guerra (colectiva) de una violencia devastadora y cruel, que ya pensábamos que nunca más iba a ocurrir en esta era “civilizada” en nuestro planeta tierra. Ocurre tan lejos y tan cerca al mismo tiempo. Ha llegado a irrumpir en la intimidad de nuestros hogares, y de nuestras consciencias. 

Hoy escuchando al historiador Harari, en una entrevista de un canal británico, concluye, después de un vasto análisis del conflicto, que el Perdón es indispensable, de parte de Israel, para comenzar a mirarse a los ojos, sanar heridas y comenzar a reparar. Los chilenos sabemos de eso. Cuando esto no ocurre, el resentimiento, la amargura, la ira persiste y el deseo de venganza aumenta. Una carga que va creciendo de tamaño, generando bandos enemigos opuestos e irreconciliables, donde el salvajismo, la crueldad e inhumanidad se expresa en abusos, como algo posible y permitido. 

Me refiero a todo orden de abusos (transgresiones) de invadir territorios ajenos, los abusos de ser torturados y asesinados por pensar diferente, abusos de violencia contra las mujeres y cualquier abuso de poder.  

El perdón requiere un acto de humildad, de reconocer un error, con la intención de reconstruir, limpiar y recomponer una relación. Es un acto voluntario y consciente. 

Muchas veces lo confundimos con debilidad: perder fuerza, poder. La ceguera de la ira no nos deja ver la posibilidad de liberación.

Pedir perdón y perdonar es un acto de libertad individual y colectivo. Liberarnos del yugo de la ira acumulada que nos contamina y nos enferma el cuerpo social y personal.  Perdonar y pedir perdón no es olvidar, ni es estar de acuerdo. 

Perdonar y pedir perdón es reconocer el evento y aceptarlo como tal. 

Le pregunté al chat GPT acerca de los beneficios de perdonar y pedir perdón. Resumo que expuso:

1.- Reducción del estrés

2.- Mejora las relaciones

3.- Fomenta la empatía

4.- Liberación personal 

¿Y cómo practicarlo?

1.- Reflexiona sobre tus sentimientos

2.- Comunicación

3.- Aceptación

4.- Deja ir el pasado

5.- Enfócate en el futuro

¿Cuántos perdones no hemos declarado, y que los creemos olvidados? 

¿Te pido perdón? 

¿Te perdono? (sin esperar perdón del otro necesariamente).

Perdonar y pedir perdón, es PAZ Y LIBERACION

Ana María Torres

Providencia, octubre 2023

Santiago de Chile

Pamela Zahler